Saludos desde Indonesia
Maumere, Indonesia, abril de 2024
Mi muy querida comunidad:
¡Viva el Espíritu Santo! Espero que esta carta los y las encuentre muy bien.
Hace un poco más de un año que llegue a Indonesia. Este fue un año de mucho proceso personal y muchas de mis hermanas podrán coincidir conmigo en el ajuste que significa el primer año en una cultura tan distinta. Aprovecho para decirles también que, si bien fue un año intenso, estoy muy bien.
Durante este año fui descubriendo muchas cosas sobre mi misma y procesando vivencias en Argentina. Realmente agradezco por todo lo vivido. Mirando para atrás puedo dimensionar un poco las herramientas que me dieron la Provincia de Argentina Sur y mis propias vivencias previas, herramientas que me son una ayuda enorme ahora ya que me abren muchas posibilidades para desenvolverme en una cultura distinta.
Pero también voy desarrollando herramientas que no tenía… esto lo hago más a los tropezones la verdad, pero lo voy haciendo y me siento muy agradecida por eso.
La otra aclaración es que quizás va a ser una carta que va a parecer larga por las fotos. Sé que esto no siempre es lo mejor pero me pareció que el acompañarla con fotos iba a ser más interesante. Espero que la disfruten.
Este primer año fue uno de conocer muchas comunidades y muchos lugares de la Isla Flores y otras islas. Me falta conocer muchas todavía pero durante este tiempo siento que fui conociendo mucho de lo cultural del lugar. Acá cabe la aclaración de que es lo cultural propio de este lugar y no de otras partes de Indonesia, porque hay muchas diferencias.
Durante este tiempo fui a entierros, casamientos, bautismos, primeras comuniones, ordenaciones sacerdotales, votos perpetuos… viví rituales y ceremonias propias para momentos especiales. Aprendí sobre el por qué cada persona lleva el nombre que lleva que, si bien en cada lugar es distinto y hay algunos lugares en los que la tradición es matrilineal, es muy interesante.
Acá se vive una conexión con los ancestros en lo cotidiano y especialmente en los eventos importantes de la vida. No es solamente un recordar sino que es una conexión vital, en el presente. Eso me llama la atención cada día y me parece algo muy lindo… esta conexión con lo ancestral como parte de lo cotidiano. Quizás en otro momento se los cuente con más detalle.
Siento que estoy teniendo la oportunidad de conocer una cultura entre las mismas personas que pertenecen a esa cultura. Y lo agradezco porque no es algo menor. Porque si bien soy extranjera y siempre lo voy a ser, el ser parte de la congregación y estar entre solamente indonesias (porque acá no hay hermanas de otras nacionalidades), me hace un poco más “parte del paisaje”… espero que se entienda. Esto tiene la ventaja de que las cosas “pasan” a mi alrededor naturalmente, es decir que nadie hace algo distinto a lo que haría. El tema es que nadie se detiene a explicar… que es algo normal cuando alguien esta embebido en su propia cultura, pero para las personas que somos de afuera es difícil de entender. Entonces yo dejo que la situación siga su curso sin interrumpir y al final de todo, cuando creo que terminó, pregunto “¿qué acaba de pasar?” jaja. Y es que muchas veces, mi querida comunidad, no tengo la más remota idea de cómo procesar las situaciones porque yo no tengo cómo clasificarlas en mis propias vivencias.
En general esto me gusta. Disfruto del conocer una cultura nueva y tan distinta a la mía. Gracias a Dios con el idioma estoy bien y en este último tiempo siento que di un salto cualitativo en el aprendizaje del idioma… siento que es como si hubiera traspasado una barrera y se me empezaron a incorporar más palabras y conceptos en menos tiempo que antes. Todavía si quiero hacer algo elaborado lo tengo que preparar con anticipación pero eso es normal.
También el ser la única extranjera es duro. Si bien tiene las ventajas y riquezas que nombré, a veces se hace solitario y la estructura me pesa. Y no hablo solo de estructura congregacional sino social y cultural. Acá hay una estructura a la que yo no estoy acostumbrada y, naturalmente, todavía se me hace difícil encontrar la libertad en ella. Con esto me refiero a que, al ser una cultura de características más colectivas, cada uno y cada una tiene su rol y su lugar. Pero esto también es interesante.
Cuando llegue a Indonesia estaba viviendo en Kewapante, en la Casa Provincial. A partir de mediados de agosto, llegué a la comunidad en la que estoy ahora que es en Maumere. Esto queda muy cerquita de Kewapante y es una zona urbana. No es una ciudad muy grande y hay pueblos y aldeas cerca. En esta comunidad somos unas 20 hermanas más o menos, de todas las edades. En este predio hay 4 escuelas: un jardín de infantes, una primaria, una secundaria “inferior” (los primeros tres años de secundario) y una secundaria “superior” (los últimos tres años). En Indonesia cada escuela es independiente entre sí, de hecho tienen nombres distintos. Todas dependen de la misma fundación, que es obviamente es de nuestra Congregación, pero son independientes entre sí. Yo vine a la comunidad destinada a trabajar en la escuela secundaria “superior” que se llama Bhaktyarsa como profesora de inglés.
En este predio también funciona un proyecto para mujeres en procesos judiciales por violencia doméstica y abuso. El proyecto lleva los procesos judiciales de las mujeres jóvenes y, además, tiene un espacio para que puedan vivir en caso de no tener a dónde ir. Entonces se ofrece contención, aunque esto no está tan desarrollado. En este proyecto trabajan dos hermanas, una de ellas es abogada (la Hna. Fransiska, le decimos Ika), con un equipo de laicos. Además de acompañar procesos judiciales, el proyecto busca crear “dispositivos” en las comunidades de las aldeas, para prevenir, detectar y acompañar casos. Algunos de esos casos los acompañan las personas de las mismas comunidades y otros los lleva el proyecto. Todo esto es en equipo con los verbitas también.
Por último, en la comunidad también viven varias junioras que están estudiando.
Como verán, no hay un “proyecto en común” en la comunidad sino que varias cosas a la vez. Eso me cuesta un poco porque estoy más acostumbrada a comunidades chicas pero me voy haciendo mis espacios. Lo que fui comprobando es que depende mucho de mí esto, porque si bien en la comunidad nos preocupamos por cultivar espacios en conjunto, por momentos es difícil, y eso también me afirma en lo que creo y apuesto en mi vida consagrada por la comunidad, los vínculos y la vida comunitaria.
Aca en Indonesia estoy con la visa de estudiante. Nos costó mucho conseguirla ya que había llegado a Indonesia con una visa por dos meses que iba renovando y por la que tenía que salir del país cada seis meses. En aquellas ocasiones me fui a Timor Leste, país que queda en la isla de Timor. Esta isla está dividida en dos y una parte es Indonesia y la otra Timor Leste.
Si bien estoy muy contenta de tener la visa de estudiante por dos años, el problema es que esta visa no me permite trabajar, por lo cual no puedo dar clase en el colegio como tenían planeado las hermanas (la visa de trabajo era difícil de obtener y la visa de estudiante era más fácil). Es por esto que, planteé la posibilidad de estar también en el proyecto para las mujeres. Ahora estoy dos días en la escuela y tres en el proyecto con las mujeres. En la escuela estoy acompañando y compartiendo con los alumnos y con talleres de inglés para los alumnos del último año y los profesores (actividades opcionales y fuera del horario escolar). Esto sería algo fuera del currículo por lo que no hay problema. También estamos por empezar un grupo misionero con algunos alumnos y alumnas. Acá no hay esas cosas así que vamos a ver qué sale.
Los días en los que estoy en el proyecto con las mujeres, ayudo con lo que aprendí de presentación y rendición de proyectos en el Proyecto Ser Mujer. También acompaño a las mujeres y niños en la casita en dónde viven. Con esto también me apoyo en todo lo que aprendí en Argentina Sur, pero más que nada estoy aprendiendo estas otras formas de trabajo. Lo cierto es que recién empecé en esta pastoral que me es muy desafiante por el idioma y la cultura. Pero es en estos momentos en los que me entrego mucho a Jesús, especialmente en mis inseguridades, y confío en que Él está ahí. Ahora les voy a ir compartiendo algunas cosas con fotos y las voy a ir explicando muy brevemente:
Visitas
Como les compartí, este año estuve yendo a muchos lugares y pude conocer bastante la cultura. Cada vez que hay una oportunidad de ir a otro lugar, la aprovecho porque siento que me enriquece mucho y me da una perspectiva más amplia. Esto también me saca muchas veces de mi zona de confort y me “obliga” a hablar más. Así que, si bien me preocupo en ser responsable con lo que tengo, trato de organizarme siempre para poder ir a distintos lugares y conocer gente nueva. Les comparto algunas fotos de distintas experiencias.
Timor Leste
En los meses de julio de 2023 y este enero de 2024 fui a Timor Leste por mi visa. Realmente me gustó muchísimo ese país y nuestra provincia SSpS en Timor Leste (que como provincia tiene 3 años creo… hace 23 años, cuando se conformaron como país independiente de Indonesia, empezaron a ser una región y hace 3 años son una provincia). Allí también tuve la oportunidad de conocer algunas comunidades. Cuando fui en julio fuimos con gente de la parroquia, a una celebración a otra parte de la isla que se llama Baucau. Fue una hermosa oportunidad para vivir la fe popular y compartir con la gente.
Este es un país muy pobre, castigado por su historia reciente de colonialismos y conflictos. Si bien tienen un parecido cultural muy grande con Indonesia, se les nota la impronta de Portugal en ciertas estructuras. Allí la religión oficial es la católica y la Iglesia maneja muchas cosas civiles, así que se nota su presencia. La gente es realmente hermosa, con una fe popular profunda. Nuestra casa provincial está en medio de un barrio popular, así que me era más fácil salir a caminar todos los días e intentar comunicarme con la gente. En Timor Leste hablan tétum pero este idioma tiene muchas palabras en portugués y, además, mucha gente hablaba indonesio y algunos, portugués. Así que me las ingeniaba para comunicarme.
Última parte en Kewapante y visitación general
Luego de volver de Timor Leste en julio, tuvimos la visitación general. Fue un tiempo de profundo encuentro y de compartir. Al ser el año de la pasión por la misión global, se compartió mucho desde ahí. Las hermanas que vinieron fueron la Hna. Kreti y la Hna. Jana Pavla.
En ese tiempo yo todavía estaba en Kewapante y, al finalizar la visitación en esa comunidad, me fui a Maumere. Necesitaba ese cambio. Ir a Maumere me significó el poder tener contacto diario con la gente, cosa que necesitaba mucho.
Para cerrar la visitación, tuvimos una “noche cultural”. Yo bailé una chacarera (le tuve que enseñar a algunas hermanas a bailar) y un baile de la zona de Sikka con las hermanas y el grupo de AMES que eran de ahí. De la chacarera no tengo fotos pero sí de lo otro.
Experiencia en Bhaktyarsa
Como les conté, en Maumere empecé a estar en la escuela que se llama Bhaktyarsa. Es una secundaria superior.
El ambiente es muy familiar y agradable y trabajo con la hermana que es la directora. Ella se llama Marselina (si, se escribe con s Marselina). Me costó un poco al principio entender los años y divisiones y el sistema pero lo logré. Es un poco distinto al nuestro… al no poder dar clases regularmente me voy generando un rutina… o por lo menos lo intento. El bajar la cantidad de días en el colegio a dos por semana, me fue más fácil para organizarme para generarme la rutina.
Al poco tiempo de llegar fueron los festejos por el aniversario de independencia de Indonesia. Con motivo de esto, se suele hacer un desfile de los alumnos de las escuelas por las calles de la ciudad. Preparan carteles, bailes, cantos y presentaciones que van realizando a lo largo del camino. Les paso algunas fotos:
También les comparto algunas fotos de algunos eventos pero también situaciones diarias de la escuela.
Navidad en Palu’e
Como les compartí en el saludo navideño, para navidad fui una semana con dos hermanas más a otra isla que se llama Palu’e. Acá en Indonesia es muy común ir para las festividades más grandes como semana santa y Navidad, a otro lado para acompañar a las comunidades en las celebraciones y ayudar en lo que se necesite. Esto no es que vamos a los lugares en los que no hay sacerdote, porque en Indonesia no tienen esa realidad que tenemos en Argentina, pero vamos especialmente a comunidades que no tienen presencia de Vida Consagrada.
Disfruté mucho de la experiencia que fue de constante contacto con la gente ya que vivíamos en la casa de unas mujeres de la comunidad. A mí me gusta mucho estar en espacios pastorales de este tipo y también llegó en un momento justo para mí, en el que hice síntesis de mi año y volví recargada.
Sextos votos
Como les compartí por WhatsApp, renové mis votos el 6 de enero, después de un triduo, en la casa provincial en Kewapante. Renové yo sola porque las demás tienen fecha en junio-julio. Es por eso que renové por 1 año y medio, para poder unirme a ellas para la próxima.
Después de la misa hubo un compartir. Estuvo hermoso y las y los tuve muy presentes.
Mi querida comunidad: me quedaron muchísimas cosas por contarles. No lo hago porque ya viene larga la carta con lo que ya hay… me faltó contarles sobre rituales que viví, otros lugares que conocí, etc. En otro momento les compartiré más sobre todo esto. Por favor recen por mí, para que pueda ir reconociendo su voz en tantas cosas nuevas y pueda seguir siempre apostando a Él y a su proyecto de Reino. Hace un tiempo leí una definición de cultura que me resonó mucho para la experiencia que estoy viviendo: definía cultura como “matriz de vida dotada de sentido”. Y es en esta matriz en la que se relacionan con Dios Padre y Madre y de una forma que tiene un sentido profundo y vital para cada una de las personas. En este tiempo fui descubriendo rituales, creencias populares, significados y significantes que me hablan de este Dios (y a través de las cuales Dios me habla) que no conoce límites en la creatividad para revelarse, y hace de todas las personas de este mundo realmente un solo corazón con muchos rostros.
Para terminar, quiero decirles que las y los extraño mucho, y que las y los recuerdo mucho también. Hay muchas cosas que sé que les gustaría vivir conmigo.
Las saludo con un abrazo grande y con mucho cariño en el amor del Espíritu Santo.
Su hermana,
Maria Busso, SSpS