Por su Palabra Dios Creó el mundo y su Espíritu vivifica el universo. En su amor insondable llamó a la humanidad a vivir en comunión con El y a participar en su vida…
Por eso nosotras, las Misioneras Siervas del Espíritu Santo, nos consagramos al Espíritu Santo quien nos envía a proclamar con valor y fortaleza la Buena Noticia.
Esta consagración la compartimos también con nuestros laicos en la Asociación del Espíritu Santo, quienes se convierten en “compañer@s de misión” en los lugares donde elegimos estar presentes.
¿Nuestro saludo?
¡VIVA EL ESPIRITU SANTO!
A lo que respondemos…
¡EN NUESTROS CORAZONES!
Que sea la RUAH Divina la que viva en vos… Dejálo habitar en tu corazón, dejá que El te susurre al oído…
Te gustaría conocer más al Espíritu Santo, escribínos.