Escuela Arnoldo Janssen
Tu y yo sabemos que nos necesitamos
Al enarbolar la bandera cada mañana en nuestra escuela, pedimos al Dios de los cielos y corazones, que la frase de Arnoldo sea una realidad: hacer de nuestra parte lo mejor, confiando que Dios completara la obra.
Tratamos que nuestra escuela sea el hogar áulico para los que diariamente nos encontramos durante horas.
Tenemos el espacio físico adaptado a las necesidades y buen desempeño, pero ese espacio se prolonga en los hogares a través del contacto permanente con las familias.
Valoramos que cada uno somos únicos, particulares, con diversidad en varios aspectos de nuestra vida.
Despertamos y fortalecemos las habilidades y potencialidades que enriquecen nuestras personalidades.
Los errores, caídas, momentos difíciles, no faltan, pero con dolor y fuerza volvemos a empezar, porque lo que vale es la equidad, la cooperación, la solidaridad y ahí hemos levantado la vara.
Los equipos: pedagógico, directivo, docentes, personal auxiliar, administrativo, familias, vibramos con los anhelos, expectativas , deseos, logros de cada uno… el objetivo es uno solo : crecer y vivir en verdad, bondad y belleza.
En este tiempo de pandemia, redoblamos la creatividad, disponibilidad y la flexibilidad y hemos experimentado un acercamiento profundo y sincero.
Nos sentimos incluidos, porque la inclusión no depende de un sistema pedagógico, depende de un corazón que quiera incluirse y quiere incluir, no hay otro camino. Tu y yo sabemos que nos necesitamos.